Marina Abramovic, performances que marcan Rhythm 0
Marina Abramovic, artista serbia nacida en 1946, es una de las figuras más importantes, e inclusive precursora del arte performático. Destacándose por su actitud provocadora, transgresora y polémica, logró mantener su carrera activa a lo largo de toda su vida. Inclusive ella misma se considera “la abuela del performance” por ser la pionera de esta disciplina.
La artista usa el cuerpo como soporte y material explorando los límites de lo físico y mental del ser humano. Se ha sometido a prácticas extremas y peligrosas, implantando en el espectador numerosos interrogantes y emociones fuertes. Comenzó a producir en los 70s y sus obras fueron completamente disruptivas para la época. Rhythm es el título de una serie de performances que realizó entre 1973 y 1974, que levantaron polémica e hicieron que el mundo hable de ella. En Rhythm 10 la artista se grabó mientras apuñalaba la superficie entre los dedos de su mano, cada vez que se cortaba cambiaba de cuchillo hasta usar todos. Una vez finalizada la acción, reproduce el sonido y repite los movimientos hiriéndose las manos en los mismos lugares, reflexionando sobre el hecho de cometer los mismos errores.
En cambio, en Rhythm 0 ya no hay límites. Una de las paredes de la sala explicaba: “En la mesa hay setenta y dos utensilios que pueden usarse sobre mí como se quiera. Yo soy el objeto”. Deja su cuerpo a merced del público haciendo que cumpla un rol activo mientras que ella como performer asumió el pasivo. En las primeras horas el comportamiento de los espectadores fue cordial pero con el tiempo sus acciones se tornaron más violentas hasta llegar a cortarla, rayarla e incluso apuntarla con un arma de fuego con intenciones de matarla. Allí cuestiona y pone en evidencia cuales son los límites del público y de su propio cuerpo.
Ambas performances son claves para la historia del arte y siguen siendo objeto de estudio aún hoy. También fueron las encargadas de marcar el inicio de la exitosa carrera de la artista, la cual despierta odios y pasiones, pero ¿por qué sucede esto? Muchos afirman que su estrecha relación con el mundo del espectáculo y la farándula hollywoodense hizo que se convierta en una “estrella del arte”, tanto como otros artistas de la talla de Jeff Koons o Damien Hirst. Con amigos como Jay Z, Lady Gaga, James Franco o Bjork, se considera parte de la farándula neoyorquina, haciendo apariciones en numerosos programas de tv o en tapas de afamadas revistas. Muchos vinculan sus últimas producciones más al entretenimiento que al arte contemporáneo, pero no es la primera vez que vemos a un artista inmerso en la cultura popular. Es claro el ejemplo de Andy Warhol, quien en los sesentas no solo cambió la percepción de la figura del artista, sino que produjo intencionalmente obras funcionales al mercado, convirtiéndose en una influyente celebridad mediática.
Así como el padre del pop art, Marina también es una celebridad mediática. Estos últimos años recibió apoyo para producir documentales, realizó campañas virales consiguiendo financiamiento para montar su instituto de formación, llamado MAI (Marina Abramovic’s Institute), en el cual enseña su propia metodología, y tuvo una enorme exposición individual en el MoMa de Nueva York llamada “La artista está presente”. En esta muestra, la cual también desató polémica, Abramovic se sentó en una silla los meses que se desarrolló la exposición. Durante seis días a la semana y 8 horas al día, se enfrentó cara a cara con personas del público elegidas de manera aleatoria, buscando establecer una conexión emocional y energética con cada una. Para sorpresa de todos, una de esas personas del público con las que se enfrentó fue Ulay, artista alemán y ex pareja con el cual produjo gran parte de sus obras. El video del reencuentro se viralizó emocionando a millones de espectadores alrededor del mundo, pero tiempo más tarde salió a la luz que el acto no era casual y había sido perfectamente premeditado.
Desde sus inicios hasta la actualidad, pasan los años y por diferentes motivos Abramovic no deja de estar en boca de todos. Figura clave del arte contemporáneo, creó de su figura una marca y a sus 73 años sigue en actividad, realizando obras y formando nuevos artistas.
¿Qué opinas de la artista? ¿Cual es la performance que más te impacta? ¿Por qué pensás que suele ser criticada?